viernes, 19 de diciembre de 2014

FEDERICO OZANAM

Frases de Federico Ozanam
“La única regla a seguir para los actos humanos, la única ley que debe gobernarlos, es la del amor”
“La tierra se enfría y a nosotros, los católicos, nos toca dar el calor vital que no existe…”
“Que la caridad complete lo que la justicia por sí sola no puede realizar…”
«Vencer sin riesgos es triunfar sin gloria, pero cuanto más difícil es la obra tanto más bello es realizarla»
«Señores no tengo la honra de ser teólogo pero tengo la fortuna de creer y de ser cristiano y siento la ambición de poner toda mi alma, todo mi corazón y todas mis fuerzas al servicio de la verdad.» 
"El orden de la sociedad reposa en dos virtudes: justicia y caridad. Pero la justicia supone mucho amor, puesto que hace falta amar mucho al hombre para respetar sus derechos que lindan con los nuestros, y su libertad que molesta la nuestra. Sin embargo la justicia tiene sus limites; la caridad no los conoce."
“Dios y la educación me han dotado de algún tacto, de alguna amplitud de ideas, de cierto margen de tolerancia…”
“Lo más útil de esta obra(se unen unos universitarios para responde a los profesores que son antirreligiosos)no sólo es demostrar a la juventud estudiante que se puede ser católico y tener sentido común, sino que también al mismo tiempo, se puede amar la religión, la libertad y sacar a los jóvenes estudiantes de la indiferencia religiosa….”
"Cuando mis ojos se vuelven hacia la sociedad, la variedad de los acontecimientos produce en mí los sentimientos más diversos... Estas consideraciones me animan y hacen que penetre en mí un particular entusiasmo… No reneguemos del siglo en que nos ha tocado vivir. El espectáculo al cual estamos convidados es grande; es hermoso vivir en una época tan prodigiosa,  la misión de un joven en la sociedad es hoy muy grave y muy importante... Me complace haber nacido en una época en que, a lo mejor, tendré que hacer mucho bien, y entonces siento un nuevo ardor para el trabajo."
“Soy de la Iglesia y de la Universidad todo junto; y les he consagrado con gusto una vida que será bien cumplida, si honra a Dios y sirve al Estado. Voy a conciliar estos deberes sean cuales sean sus dificultades…”
 "La caridad nunca debe mirar hacia atrás, sino hacia adelante, porque el número de buenas acciones ya pasadas, es siempre muy pequeño, mientras que las miserias presentes y futuras a las que hay que atender, son infinitas".
"Yo creo en los progresos de los tiempos cristianos. No me espanto por las caídas y rupturas que dividen las sociedades; las frías noches que reemplazan el calor de los días, no impiden al verano que siga su curso y maduren los frutos. La historia no tiene más espectáculo corriente que las generaciones débiles suceden a las fuertes. Los siglos destructores vienen después de los constructores y cuando ellos piensan que todo son ruinas, son la base de una construcción nueva."


  

Federico Ozanam

Un Santo laico de nuestro tiempo
Este seglar del siglo XIX, cristiano en un mundo secularizado, fue un auténtico profeta de su tiempo en la Iglesia a la que él "ama con gran amor y sumisión."
Nacido en Milán el 23 de abril de 1813, fallecido en Marsella el 8 de septiembre de 1853, Antonio Federico Ozanam ha sido, según Lacordaire, uno de las figuras relevantes del Catolicismo en el siglo de XIX.
En 1833 funda, junto a unos pocos amigos, la Sociedad de San Vicente de Paúl. Cuando deciden ir al encuentro de los pobres, Emmanuel Bailey, el mayor entre los fundadores de la Sociedad, les envía a Sor Rosalía Rendu, Hija de la Caridad, gran apóstol y sierva de los desheredados del barrio parisino de Saint-Médard. A partir de ahí, el estilo de las conferencias será la visita domiciliaria y la relación directa con el que sufre. Hoy las conferencias se han extendido por todo el mundo. En tiempos de revolución en la sociedad y en la Iglesia, Ozanam y sus amigos se propusieron tener, además de las conferencias de historia, las conferencias consagradas a la caridad, unir la acción a la palabra y afirmar con las obras la vitalidad de su fe.
Federico Ozanam se casó en junio de 1841 con Amelié, con quien tuvo una hija, Marie, nacida en 1845. Ozanam sigue siendo un modelo admirable de amor matrimonial; ya que fue una persona casada que edificó una comunidad auténtica de fe y de amor con su esposa y su hija. Con su ejemplo anima a hacer lo mismo a todos los que están casados.
En 1848 participa en el lanzamiento del periódico "L'Ere Nouvelle" (La Nueva Era) en el cual se esfuerza por " transmitir el espíritu de la Cristiandad en las instituciones republicanas". En el mismo año se presenta para un mandato de diputado en la Asamblea Nacional Constituyente. Su avanzado programa proviene de una intuición profética que le permitía vislumbrar la creciente separación entre el fuerte y el débil, el rico y el pobre.
Su pensamiento ha impregnado ampliamente el catolicismo. Está presente en la encíclica "Rerum Novarum" del Papa León XIII, publicada en 1891, treinta y ocho años después de su muerte.
            Su salud le obligó a abandonar tempranamente la enseñanza, considerada por él como un apostolado y dedicó sus últimas fuerzas a la investigación científica y a la Sociedad de San Vicente de Paúl. Falleció a la edad de 40 años, en una actitud de total entrega a Dios.