viernes, 19 de diciembre de 2014

Federico Ozanam

Un Santo laico de nuestro tiempo
Este seglar del siglo XIX, cristiano en un mundo secularizado, fue un auténtico profeta de su tiempo en la Iglesia a la que él "ama con gran amor y sumisión."
Nacido en Milán el 23 de abril de 1813, fallecido en Marsella el 8 de septiembre de 1853, Antonio Federico Ozanam ha sido, según Lacordaire, uno de las figuras relevantes del Catolicismo en el siglo de XIX.
En 1833 funda, junto a unos pocos amigos, la Sociedad de San Vicente de Paúl. Cuando deciden ir al encuentro de los pobres, Emmanuel Bailey, el mayor entre los fundadores de la Sociedad, les envía a Sor Rosalía Rendu, Hija de la Caridad, gran apóstol y sierva de los desheredados del barrio parisino de Saint-Médard. A partir de ahí, el estilo de las conferencias será la visita domiciliaria y la relación directa con el que sufre. Hoy las conferencias se han extendido por todo el mundo. En tiempos de revolución en la sociedad y en la Iglesia, Ozanam y sus amigos se propusieron tener, además de las conferencias de historia, las conferencias consagradas a la caridad, unir la acción a la palabra y afirmar con las obras la vitalidad de su fe.
Federico Ozanam se casó en junio de 1841 con Amelié, con quien tuvo una hija, Marie, nacida en 1845. Ozanam sigue siendo un modelo admirable de amor matrimonial; ya que fue una persona casada que edificó una comunidad auténtica de fe y de amor con su esposa y su hija. Con su ejemplo anima a hacer lo mismo a todos los que están casados.
En 1848 participa en el lanzamiento del periódico "L'Ere Nouvelle" (La Nueva Era) en el cual se esfuerza por " transmitir el espíritu de la Cristiandad en las instituciones republicanas". En el mismo año se presenta para un mandato de diputado en la Asamblea Nacional Constituyente. Su avanzado programa proviene de una intuición profética que le permitía vislumbrar la creciente separación entre el fuerte y el débil, el rico y el pobre.
Su pensamiento ha impregnado ampliamente el catolicismo. Está presente en la encíclica "Rerum Novarum" del Papa León XIII, publicada en 1891, treinta y ocho años después de su muerte.
            Su salud le obligó a abandonar tempranamente la enseñanza, considerada por él como un apostolado y dedicó sus últimas fuerzas a la investigación científica y a la Sociedad de San Vicente de Paúl. Falleció a la edad de 40 años, en una actitud de total entrega a Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario